¡Se necesita más dinero!


El fenómeno del planking está extendiéndose por todo el mundo. Nosotros lo encontramos un poco aburrido, así que decidimos darle un poco de emoción. Havoc está recorriendo las calles en busca de personas dispuestas a hacer planking, y tiene mucho efectivo. Por supuesto, aquí el dinero habla, así que pagamos a la gente para que se desnuden mientras hacen planking. A continuación, Havoc recorre las calles armada con una aspiradora industrial. Encuentra a algunas chicas calientes a las que paga para ver si puede arrancarles las blusas succionándolas con la aspiradora.

Para el espectáculo principal, tomamos el control de un almacén de almacenamiento. Nos divertimos mucho con todos los clientes que ingresan y nos encuentran dirigiendo la tienda. Ana entra y necesita una unidad para alquilar. Javi realmente se siente atraído por ella y quiere ofrecerle un trato. Le mostramos nuestra unidad especial y Javi quiere mostrarle la suya. Ella es tímida, pero el dinero lo cambia todo. Javi está muy feliz de ayudarla a estrenar su nueva unidad.

Javi comienza a seducirla, su polla ya dura por el deseo. Ana, aunque inicialmente reticente, se deja llevar por el momento y la promesa del dinero fácil. Javi la toma con una ferocidad que traduce su deseo acumulado, su polla penetrando su coño con una intensidad que la hace gemir. Sus manos exploran su cuerpo, sus labios encuentran los suyos en un beso que mezcla lujuria y negocio.

Mientras tanto, en el almacén, la atmósfera ya está cargada de erotismo. Julia, una de nuestras colaboradoras, se une a la escena, su lengua explorando el coño de Ana mientras Javi sigue penetrándola. La combinación de la lengua de Julia y la polla de Javi lleva a Ana a un estado de éxtasis que nunca había imaginado.

El grup sex se convierte en un espectáculo para cualquiera que entre al almacén. Las paredes reverberan con gemidos y el sonido de la carne contra carne. Javi, con su ritmo imparable, hace que Ana se rinda a un orgasmo tras otro, su cuerpo respondiendo a cada empuje con una avidez que solo el deseo y el dinero pueden despertar.

Cuando Javi finalmente se retira, su semen se derrama sobre el cuerpo de Ana, marcando su nueva unidad con un rito de posesión y placer. Julia, no queriendo perderse la diversión, se asegura de limpiar con su boca cada gota, creando un momento que ninguno de nosotros olvidará.

Ese día, en el almacén, el planking se convirtió en algo más que un juego; se transformó en una exploración de los límites del deseo, donde el dinero no solo habló, sino que gritó, llevando a sus participantes a explorar y disfrutar de placeres que iban mucho más allá de lo esperado.


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